miércoles, 14 de diciembre de 2011

Preferir quemar mis manos que perderte en el torrente de la abstracción.

No quiero unos brazos que se queden enrollados en tu cuello por costumbre; no quiero mañanas cordiales todo el tiempo repetitivamente que terminen sabiendonos a la misma especia, tampoco noches cómodas; no resisto la idea de una vida en la que lleguemos al mismo sillón, cada tarde, y los domingos nos demos un rato libre en nombre de la indiferencia. No. No quiero. Me quemaría las manos si acaso abro estas puertas.


Compartamos en dado caso todos los muebles de toda la casa , y el domingo despertemos en algún lago en tu coche desnudos arropados con tu abrigo.
Y cuando eso no sea posible, por las realidades de nuestras vidas, compartamos el café de la mañana de la manera en la que nos desaparecemos juntos con  un sorbo de lo absurdo.

No olvidare besarte los labios sin razón aparente
No olvides buscar hacer nada conmigo,y terminar en un beso cuando regresa la luz a casa. 


Quizá mañana, o esta noche, entre al estudio de nuevo y sienta que no pasa nada,que puedo permanecer ahí, cuatro o cinco horas más... sin saber del mundo metida en los libros.Suena a necesidad de compasión, pero la verdad es que  eso me hace sentir segura y diferente, solo  que pesan las horas que se sienten  como minutos cuando tu no estas.
Aun así, buscaría cualquier espacio para saber de ti y ser rescatada en momentos imprevistos por los asaltos de tu espontaneidad y la curiosidad con la que miras el mundo atreves de tu cámara.
No soportaría de verdad que todo esto fuera convencional y fácil
Me aburriría de manera desmedida.






Me encanta así, la vida con vos... de quererte así  desmedidamente, de solo quien sabe como y cuando, de quien sabe cuanto mas.



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