Pesa sobre los huesos el abandono rotundo
de aquellas viejas luchas contra el aire,
siempre tan violento y feroz, siempre tan dulce.
Siento el silencio que desprendes y busco.
Busco detectives que averigüen que ves al cerrar los ojos,
Estúpidos que crean tan ambiguo -como el alma lo cree-,
que alguien pida fuego.
No es el espejo ni sus pedazos
quien se encuentra ajado,
él sólo refleja, con cobardía,
un exterior exaltado,
exiliado, extranjero.
Perdí la elocuencia,
me queda la aspidistra,
más que a nada,
porque aquí me planto.
Ahora oirán tu apuesta.
de aquellas viejas luchas contra el aire,
siempre tan violento y feroz, siempre tan dulce.
Siento el silencio que desprendes y busco.
Busco detectives que averigüen que ves al cerrar los ojos,
Estúpidos que crean tan ambiguo -como el alma lo cree-,
que alguien pida fuego.
No es el espejo ni sus pedazos
quien se encuentra ajado,
él sólo refleja, con cobardía,
un exterior exaltado,
exiliado, extranjero.
Perdí la elocuencia,
me queda la aspidistra,
más que a nada,
porque aquí me planto.
Ahora oirán tu apuesta.
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