Recorrer Guadalajara es una travesía calurosa y penetrante.
Visitar sus alrededores y orillas te muestran a las una
diversidad inaudita de paisajes.
Urbano-rural-urbano-natural.
Desde que comienza el camino A Tierras de Zapopan, San
Isidro, Tesistan y Valdepeñas. Sus calles guardan rincones de naturaleza. Habitan
la ausencia de la palabra.
Guadalajara en si, es una ciudad de la que uno se enamora de
su voz mas no de su verdad.
Es una mujer hermosa y coqueta a la que a veces olvidamos
recordárselo.
Tardes de suburbio, atmósfera indecisa entre el
bostezo y el asesinato.
Violencia discreta, locura a la sombra de las casas, muros.
Todo empieza a atardecer.
Con una bocanada de aire que huele a bosque, es como el arte
que traiciona la insignificancia del mundo.
Es un aire revuelto que huele a eucaliptos y a pino
chillante, a tierra penetrante.
Es como si el calor en el centro de la tierra cocinara una
sopa de especias olor árbol. y nos penetrara a los habitantes zapopanos.
Sus calles son como literatura urbana.
su atmósfera atraviesa el aire para buscar la luz tranquila
mas allá de las nubes. El Diente a lo lejos majestuosamente ofrenda
la buena sombra y las raíces habidas perforan la tierra.
Mas al fondo, adentrándose habitan los
fraccionamientos nuevos,donde sangraron el corazón del bosque,
Poema árbol, solo quedan fragmentos adoloridos de el.
Belleza esculpida en el dolor. Dolor de niño ignorante
cristalino.
Textos sobre el texto original, ¡Civilización!, la que se
rige a partir de una frase: PROHIBIDO TOCAR.
Sin embargo, tocamos lo que queremos; conquista de
la banalidad para servir a la indiferencia.
Revolución Árbol. Algún día pienso que
los arboles tomaran venganza sobre los créditos Infonavit que hacen
posibles nuestras estancias.
Pero olor a bosque calma el dramatismo de mi pensar y
escucho el silencio. Es la sencillez de un mundo confuso.
Los skates ruedan sus patinetas sobre los nuevos pavimentos,
uno puede salir a disfrutar de algo nuevo, de olvidarse de la costumbre, de
soltar el cuerpo y la memoria, tomar una bicicleta y viajar con los amigos
hasta el Diente, que caminando es poco mas de una hora, y hay un lapso en donde
tu llevas a la bicicleta. Escalar, un día de campo, hay chavos que
prefieren ir a buscar "champis", o buscar un lugar solitario cuando
ya no son horas ni para escalar, ni para un día de campo.
La naturaleza me conmueve, y también me desconcierta,
su evidente superficialidad.
Todo en ella es tan exterior, pasaijistico; ahi resplandece
su enigma, en la verdad plena,y sin embargo desazonadora, de que un árbol no
es, no quiere y no puede ser otra cosa que un árbol
Guadalajara, Zapopan, es una mujer hermosa, ella es culpable
de su rostro, se recoge el pelo la boscosidad de su fervor, y
la creación se queda quieta. Todo comienza al atardecer.
Cualquier ruido puede echarlo todo a perder. No hay mas...
Sin más limites que el horizonte de la lengua.
Fotografía de Anairda Borja. |
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