"A los cuerpos les cortaron las cabezas y las manos, lo
que complica la identificación de los mismos dice el vocero de
"seguridad" del estado de Nuevo León".
"Los cuerpos fueron transportados en un solo camión,
presentan tierra y no todos estaban en bolsas de plástico."
"18 cadáveres decapitados y mutilados fueron
localizados en dos automóviles en la carretera Guadalajara-Chapala"...
" El levantón se dio en un parque cercano a su casa, en
Lomas de Zapopan. Con ella, suman seis estudiantes de la UdeG que han sido
asesinados en lo que va del año"
Lo que es seguro es que esa tarde alguien empezó a morirse.
Tal vez no pudo respirar por cincuenta segundos, o tal vez
primero se inquietó, intentó jalar aire, pero sentía sus pulmones
tapados por los gases lacrimógenos y la
desesperación.
No se, me gusta imaginarlo, pensar en los ultimos segundos
de las vidas de "los cuerpos" como son llamados. Ultimamente todos
tenemos el destino de ese titulo, solo es cuestión de tiempo... y de soles.
No me es atractivo,
ni tengo goce alguno de placer al
imaguinarme estas escenas, ¿Saben por que me gusta imaginarlo? Por que entre
mas lo leo y lo repaso, mas refuerzo mi
repulsión hacia tu situación y la mía,
que terminan siendo la misma mierda.
Tengo placer por desenfrenar mi ira, pero con el sarcasmo de una idea imaginaria, de
incomodar con estos comentarios, de estancar la misma frustración que tiene
todos ustedes al igual que yo ,solo que lo hago así, para consumirme de manera mas lenta.
Asi que no me quejo de el estado mental social en el que
vivimos, ni de la política, ni de que no se hace nunca nada, prefiero
imaginarlo,y hacer introspección de los sucesos.
Tal vez,ese alguien, murió al instante en que una bala
atravesó su cabeza sin razón alguna."Ojala. Por lo menos no sintio" ,
dice la gente.
Tal vez ese alguien cuando se dio cuenta de que no tenía
oxígeno —y no iba a tener—, pensó: “Esto es todo”. Tal vez rezó la frase “La
ilaha illa Allah” (“No hay Dios como Alá”) o tal vez a la Virgen de Guadalupe,
tal vez ni si quiera tenia creencia en algún ser ficticio. Quiza ni si quiera
tubo tiempo de pensarlo.
No lloró de miedo porque ya no le quedaban lágrimas. Se las
había sacado todas el gas de los minutos previos. Pensó en su hijo de un año o su
esposa de treinta y cinco, de quienes se había despedido esa mañana tras
desayunar té y queso crema.Tal vez no pensó en nadie.
Tal vez para cuando el sol se ocultaba y todos los peritos
asistían al lugar de los echo,ese alguien
ni siquiera pudo ver el Sol.
Aun así, las próximas tardes, y las que vienen, son ocultas
por la densa capa de miedo.
Ya nadie ve el sol. No hay sol, es solo el reflejo de un dia
mas, que se ve arrasado por las brazas
de un rojo atardecer de pigmentos hemorragicos humanos, desterrados de una vida
difícilmente digna de ser vivida.
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