miércoles, 30 de noviembre de 2011

Así es como juntos decidimos (sin previo aviso) jugar al ajedrez.



¿Quién los ve andar por la ciudad
Después de todo -pero después de todo-
si todos están ciegos ?
sólo se trata de acostarse juntos,
Ellos se toman de la mano: algo habla
se trata de la carne,
entre sus dedos, lenguas dulces
de los cuerpos desnudos,
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
lámpara de la muerte en el mundo.
y arriba está la noche llena de ojos.
Gloria degollada, sobreviviente
Son los amantes, su isla flota a la deriva
del tiempo sordomudo,
hacia muertes de césped, hacia puertos
mezquina paga de los que mueren juntos.
que se abren entre sábanas.
A la miseria del placer, eternidad,
Todo se desordena a través de ellos,
condenaste la búsqueda, al injusto
todo encuentra su cifra escamoteada;
fracaso encadenaste sed,
pero ellos ni siquiera saben
clavaste el corazón a un muro.
que mientras ruedan en su amarga arena
Se trata de mi cuerpo al que bendigo,
hay una pausa en la obra de la nada,
contra el que lucho,
el tigre es un jardín que juega.
el que ha de darme todo
Amanece en los carros de basura,
en un silencio robusto
empiezan a salir los ciegos,
y el que se muere y mata a menudo.
el ministerio abre sus puertas.
Soledad, márcame con tu pie desnudo,
Los amantes rendidos se miran y se tocan
aprieta mi corazón como las uvas
una vez más antes de oler el día.
y lléname la boca con su licor maduro.



Ya están vestidos, ya se van por la calle
Y es sólo entonces
                                             cuando están muertos, cuando están vestidos,
                                                    que la ciudad los recupera hipócrita
                                                          y les impone los deberes cotidianos.




Julio Cortázar                                                     vs                                                    Jaime Sabines

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