Un Texto que fue inspirado por los efectos de una buena charla sobre las pasiones , un saxofón y el Jazz,una tarde de lluvia,con un gran amigo: Tiburon Santillanes, Saxofonista de Troker.
El silencio también es música, y así comienza, segundos
antes de la entrada, los primeros sonidos, congelados en silesios.
Para un Saxofonista la primera vez que escucha un sonido que le llama la atención
porque nunca lo había oído, es el de su corazón reflejado en un saxo. Es la
escapatoria a los sentimientos más profundos del alma hechos música.
Escribí tu sensación del saxo, tu
emoción en lirica y prosa, tuya o de alguien mas; pero preferentemente tuya.
Willycrook una vez escribió que La vida y el jazz tienen
una cosa principal en común: La improvisación.
Tal vez lo inevitable rara vez
sucede, y es lo inesperado lo que suele
ocurrir, es allí cuando te sientes nacionalista en campos conocidos, es allí
cuando lo revelador del saxo no es verlo como un instrumento musical metálico
de viento, sino como una extensión del cuerpo natural, que hace metamorfosis y
se filtra en las ideas como una maquina que codifica los sentimientos en
sonidos, consonantes y disonantes...que luego cada persona va a codificando a
su modo.
Cuando te escuchaba tocar, te
sentía gritar, gemir, cantar en la escapatoria a los sentimientos más profundos
del alma hechos música.
Tal vez cuando los sonidos del
alma no tienen escapatoria, recurren al instrumento dejándote vació, en un
inspiro y llenándote de nuevo todo en un
suspiro.
También existen los suspensos,
como los una mujer .El saxo, y una mujer
requieren, ser tocados con suavidad y firmeza a la vez, llenos de sensuales
curvas, irresistibles por donde lo mires, y si un día no lo tocas, al día
siguiente se notará en el tono.
Después como por arte de magia
comprimiendo todos los dedos en todas las llaves que puedes abarcar sale un sonido que te hice
vibrar por todo el cuerpo, un sonido que
llega hasta el alma, y conforme mueves los dedos la piel se erizaba cada vez mas.
Cuando sientes con la boca, que resuena en el alma, escuchamos poesía,
digitas sin pensar, y ahí es cuando
sabes, que debes crear.
Podemos tomar la vida con miedo y
vivirla como una estructurada obra clásica. O tirarnos al abismo y disfrutar de
una vida improvisada y libre como el jazz.
Tania.S.Delgadillo.
Tiburón Santillanes. |
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