‘Runaway‘ me dejó completamente cautivada cuando escuché la versión en directo que Kanye Westse marcó en el Saturday Night Live con Pusha T. Se trata del tercer single de su nuevo álbum, y he de decir que me parece una canción redonda. Redonda porque con muy pocos elementos, pero muy bien elegidos, es capaz de capturar una atmósfera que West plasma paralelamente en la letra, con dedicatorias para todo el que quiera escucharlas:
Let’s have a toast for the douchebags,Let’s have a toast for the assholes,Let’s have a toast for the scumbags,Every one of them that I knowLet’s have a toast to the jerkoffsThat’ll never take work offBaby, I got a planRun away fast as you can
Sin embargo, y aunque ‘Runaway‘ es una de las canciones de West que más me gustan y con diferencia – ese simplísimo pero tremendamente efectivo piano es sencillamente fantástico -, su misión como single ha sido aprovechada por el cantante para dirigir un vídeo de 34 minutos de duración, titulado homónimamente. El vídeo que acompaña este artículo es una parte, que se ha considerado como el corte oficial para promocionar el sencillo, la versión entera, que merece la pena aunque sólo sea porque comienza con ‘Lacrymosa‘, una de las partes del bellísimo Requiem de Mozart.
Hay momentos surrealistas – como el momento oveja – pero nos da oportunidad de escuchar unos cuantos temas de Kanye y, por qué no, de ver a una mujer emplumada marcándo pasos. El colorido casi lomográfico y las partituras de movimiento de las bailarinas, casi una metáfora de lo fuera de contexto que el propio West ha dicho sentirse con respecto al mundo. Y es que hay formas, y formas, de quejarse.
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