Diario de un realista magico.

16 Febrero del 2009.

Hay oscuridad total, escribo imaginando los renglones en mi mente, renglones de angustia y desesperación. No queda nada, quizás muera en unas cuantas horas.
El exterminio de la humanidad es la causa de mi enfermedad…me queda muy poco, quizá muera en unas cuantas horas.
La grasa derretida en mis sientes recorre el trayecto al olvido y la acidez de mi piel marca la puta pausada de mis latidos. Estoy titiritando de rabia y, mis pómulos se hunden de angustia, siento nauseas, dolor de cabeza y dolor de parto, todo al mismo tiempo, sin agua, llevo varias días encavernado entre cuatro paredes de metal represivo.
Pensé que podría escribir mi primera y ultima autobiografía, pero prefiero escribir mi primer y ultimo diario, y, o por dios, lo estoy haciendo en un trozo de papel higiénico.
Quizás sea el último hombre pensante aquí en la tierra, así que no hablare de mí, sino de algo mas profundo que atolondra el palpitar de mi alma, el hombre.
Si el hombre es formado por las circunstancias, entonces es necesario formar las circunstancias humanamente.
¿Será que por que morimos hemos inventado a Dios?
Lo que es cierto es que la capacidad del autoengaño del ser humano no tiene límites. Inventa algo y acaba por creer que eso que invento es definitivo en su vida.
Ya no queda mucho tiempo para tratar de cambiar el mundo; Estamos llegando al final de una civilización y están presentes los tiempos de la oscuridad: El fascismo puede regresar.
La realidad es que estamos en transformación constante y que una idea como la de Dios solo habita en la mente humana.

Anónimo.

18 de Febrero del 2009

Me desperté con la lengua amarga y una dilatación en mis venas insoportable. Dormí dos días seguidos, siento hiel entre mis encías, se ha contraído cada articulación de mi cuerpo, un intento de movimiento podría ser fatal para mi rendimiento.
No se si me he quedado sordo, o el murmullo de las ideas brillantes ha desaparecido y la voz de la libertad se ha extinguido.
El ambiente esta seco, el aire social respira una sutil afición al fracaso y por el visor se admira algo muy parecido al fascismo popular de la televisión.
Se experimenta un vació existencial.
El humanos, últimamente presenta síntomas de vomito. Carece de instintos que le impulsen a determinadas conductas. En ocasiones ignora hasta lo que le gustaría hacer. Desea hacer lo que otras personas hacen (conformismo) o que las otras personas quieren que haga (totalismo).
La humanidad esta condenada a oscilar eternamente entre los extremos de la tensión y el aburrimiento.
Es un suicidio lento y pausado.
El suicidio esta de moda, desde que la vida esta de moda, pero algunos se lo toman con calma eso es todo.

Anónimo.
19 de febrero del 2009

Ninguna palabra es poética, lo que hace que la palabra se convierta en poesía, es otra palabra, la que le viene después.
Òjala la justicia poética no fuera tan solo un recurso literario y fuese algo más habitual en la vida real.
Puedo decir de los hombres lo siguiente, y será lo último que diga.
Son ingratos, volubles, diman la sátira de la verdad, simulan lo que no son y disimulan lo que son, huyen del peligro y le temen a sus pensamientos y libertades, consternándose en pensar lo que les implicaría lograr algo.
Están ávidos de ganancia y mientras reciben tus favores estaba tu alcance, te ofrecen la sangre, los bienes, la vida y los hijos cuando la necesidad esta lejos, pero cuando esta encima vuelve la cara .Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.
Frente ala edad de piedra estamos viviendo en la edad de la mentira.
La manipulación y la ofuscación de la verdad son las conductas naturales que nos interpretamos .Es tan difícil tener que adaptarme a esta sociedad, quizás es por eso que me siento fuera de época tan a menudo.
Sin embargo y al mismo tiempo puedo llegara elegir sin avergonzarme al ser humano, como valor, como mi coherencia moral, quien lleva a cuestionarme todo, y a asumir la duda como principió, ha vivir desgarrado por el culto al olvido, perplejo ante la historia, desconfiado de los dogmas, incapaz de entusiasmarme por ninguna reforma social que borre al individuo concreto y lo transforme en abstracción.
“La responsabilidad de tener ojos cuando otros los han perdido”.

Con honor muere,
Quien no puede conservar la vida con honor…
Anónimo.