viernes, 7 de diciembre de 2012

El arte de la existencia humana.

Pienso que el hombre continuamente está imaginando, vive una atracción imaginativa. Su actividad más cotidiana es imaginar ideas, objetos, acciones o mundos. Seguramente, además del gozo por la imaginación, existe un empuje irrefrenable por la creación.

Te incorporas de la cama sin abrir los ojos. Ya estás despierto. Te sientas en la mesa junto al espejo y así, sin encender la luz, un lápiz se mueve entre tus dedos como agua que resbala, ve su fin en una hoja blanca que se transforma en un dibujo que tenías guardado en la imaginación. Encuentras la inspiración en el espejo, te ves mujer, te ves profunda, estás completa. Sin mirar la hoja, completas esas formas en blanco y negro, es tu vida en trazos de grafito, tus anhelos, tus mutilaciones, tus amores. Son trozos de una imaginación oculta que ahora ve su salida en acuarelas, óleos y collages. Te levantas, sientes un golpe en la cara, es la luz que alguien encendió afuera. Ya abriste los ojos. Nunca saliste de tu cama. El dibujo sigue sobre la mesa.

 Entretejer realidades y expresarlas en imágenes...
Rita A.


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