miércoles, 15 de febrero de 2012

Kiki de Montparnasse se llamaba Alice Prin.

 Musa del  barrio parisino,  1920 y 1940 posó desnuda para los mejores pintores y fue amiga de los artistas más relevantes de la época: Cocteau, Chagal, Eisenstein... Un libro-cómic recrea la vida de esa joven de provincias que se convirtió en soberana de la bohemia. 


Fue en el Montparnasse de entreguerras bajo el reinado de una Kiki, cuya boca era un incendio y su corazón una alcachofa: en cada hoja, el nombre de un hombre. Su corte era el ombligo del mundo; sus pares, artistas que se resguardaban de la intemperie en los cafés y llevaban una dieta forzosa de sopa, vino tinto y vahos de trementina. Alice Ernestine Prin, Kiki, llegó a París a los 13 años y después de posar, a los 17, para su amante encontró en ese oficio su destino de resplandores fáusticos y de escalofríos libertarios. Modelo de artistas, fue amiga de todos ellos y de poetas como Cocteau o Apollinaire; de cineastas como Litvak o Eisenstein. Kiki fue la mascota de una tropa multinacional, desgalichada y libérrima que compró la inmortalidad al precio de la miseria, malbebiendo con arte y apaños la mitad del año y con apaños y arte la otra parte. Ahora aquellos montparnos están en los museos y ella en el cementerio de Montparnasse.


1 comentario:

  1. Yo creo que tu pudiste ser ella en otra vida haha, me gustan tus gustos señorita Rose.

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